Fundación PepsiCo México celebra el efecto positivo de su voluntariado
La suma de estas actividades y con iniciativas puntuales puede lograr cambios profundos y sostenibles.
El voluntariado permite a las empresas llevar su propósito más allá de los lineamientos corporativos, para establecer vínculos más sólidos con las comunidades con las que interactúan. Un ejemplo claro en este sentido está en la Fundación PepsiCo México. Es frecuente encontrar a grupos de voluntarios de PepsiCo rehabilitando áreas verdes y haciendo limpieza de desechos también en zonas naturales. Todo como parte del compromiso que tiene su Fundación con distintos aspectos de la sostenibilidad, tales como la economía circular, la rehabilitación de infraestructura y la distribución de agua potable. En la última década, desde nuestra fundación hemos apostado por impulsar la inclusión social y económica de las comunidades, al igual que su bienestar y prosperidad. Refrendamos nuestro compromiso para actuar como agentes de cambio y construir con ello un sistema alimentario más sostenible
A 11 años de su creación, Fundación PepsiCo México ha ayudado a cuatro millones de personas en 22 estados de la República, mediante una inversión de más de 359 millones de pesos (mdp) en programas que fortalecen capacidades productivas, promueven el acceso digno a alimentos en comunidades vulnerables y respaldan a pequeños productores agrícolas, entre otras iniciativas de gran impacto para las comunidades. Así lo comparte Roberto Martínez, presidente de PepsiCo Alimentos México y de la Fundación PepsiCo México: Por supuesto, todos los valores de la Fundación PepsiCo México están alineados con la operación de la compañía en el país, como se puede corroborar, por ejemplo, en su reporte de estrategia, gobernanza y sustentabilidad (ESG) donde observa un alto compromiso medioambiental, así como con sus colaboradores y en las comunidades en las que opera. La congruencia es un factor clave para que estas iniciativas puedan prosperar. Para materializar sus acciones, la fundación hace una labor de coordinación entre clientes de la empresa, organizaciones de la sociedad civil, autoridades y las marcas que integran el portafolio de PepsiCo México. De estas colaboraciones han surgido proyectos como rescatar ríos, costas y restaurar espacios públicos, hasta participar en refugios y centros de acogida para menores, así como donar alimentos a comunidades en situación vulnerable, entre otras actividades.
Lograr todo esto implica formar alianzas estratégicas y la Fundación PepsiCo las tiene. Por ejemplo, trabaja con la Red BAMX, Proforest, Save the Children, Un Kilo de Ayuda y Nacional Monte de Piedad en proyectos de seguridad alimentaria, acceso a agua potable y fomentaron la resiliencia en comunidades de Sinaloa, Estado de México, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Guanajuato y Puebla, entre otros. Tan solo el año pasado beneficiaron a 90,000 personas gracias a estas acciones. Un ejemplo de estas alianzas es Hambre Cero, una iniciativa que cerrará este año con la participación de más de 200 voluntarios repartidos en seis ciudades del país. Gracias a este proyecto, en conjunto con la Red de Bancos de Alimentos de México, se armaron paquetes con alimentos de primera necesidad para las comunidades menos favorecidas o aquellas afectadas por desastres naturales. Así, Fundación PepsiCo México celebra el compromiso solidario de su voluntariado, que en 2023 participó en 976 actividades y sumó más de 24,000 horas de trabajo en diversas ciudades del país. Sin duda, Fundación PepsiCo México es una vía para transformar positivamente a las comunidades en las que participa, al colocar a las personas en el corazón del negocio. ]]>
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