Más allá del arte: cómo PIANO convierte el cine en un negocio rentable

Invertir en cine en México es arriesgado. La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) estima que, el año pasado, el sector registró pérdidas por 1,500 millones de pesos. Pero en una trama que no da indicios de tener un final, algunos de los productores y distribuidores tienen en las alianzas internacionales un nuevo enfoque del negocio. El mexicano Julio Chavezmontes, productor, guionista y fundador de PIANO, ha encontrado en las colaboraciones internacionales una pantalla para las películas que se crean bajo su paraguas. La productora tiene definida su base desde su fundación: la apuesta por las obras originales. En su catálogo figuran producciones de los mexicanos Sebastián Hofmann, Mara y Eugenio Polgovsky, Emiliano Rocha Minter, y cineastas internacionales, como Apichatpong Weerasethakul, Léos Carax, Abel Ferrara o Mia Hansen-Løve. “Hemos tenido la inmensa fortuna desde un principio de poder tener grandes colaboradores y gente que creía en nosotros”, comenta.

PIANO nació en 2011 cuando Chavezmontes y Sebastián Hofmann se conocieron mientras filmaban Halley, una cinta que llegó a las pantallas internacionales en 2012. Además de las colaboraciones, una de las características de la casa productora es, asegura su fundador, su ambición de presentar proyectos que están fuera de la caja, además de trabajar con alianzas y colaboraciones. “Nos hemos rehusado a que nos encasillen y siempre estamos buscando el desafío de lo nuevo, qué no hemos hecho y qué podemos probar. Hay que mirar hacia el frente”, afirma el productor, quien agrega que el cine es un reto “desde el primer día hasta el último”. No solo se trata de hacer películas, sino de hacer que una empresa genere ingresos. El productor no detalla cuál es el crecimiento de PIANO, en tanto los recursos varían con cada proyecto. Por ejemplo, el presupuesto para Halley era de 100,000 dólares, mientras que la coproducción Annette (por la que Léos Carax obtuvo en 2021 el premio a mejor dirección en el festival de Cannes) tuvo recursos superiores a los 15 millones de dólares. Avelino Rodríguez, presidente de la Canacine, señala que PIANO, una de las productoras independientes más grandes del país, ha sabido conectar el financiamiento mexicano con contenidos internacionales de manera exitosa, mientras que su fundador ha desarrollado en cada proyecto una conexión con un público específico. “Es una compañía con un track record muy importante, sobre todo, en el extranjero, y sus películas ya son de otro calado”, dice. En el país, el cine mexicano tuvo una participación del 3% de los ingresos por distribuidora en 2023, un porcentaje, apunta Rodríguez, entre los niveles más bajos de la historia de la industria. Diez cintas acumularon más del 80% del box office, mientras que el resto apenas recaudó 99 mdp, 1.2 en promedio por estreno. El costo de producción promedio fue de 17.5 mdp. Transformar el negocio

En la ecuación del cine independiente, también están ahora empresas como Amazon y Netflix, que, para el productor, más que plataformas de streaming, son estudios de Hollywood con sus propios canales de distribución, y que se convierten en una alternativa de modelo de negocio. “Lo que habíamos pensado como ecosistemas rígidos están empezando a cambiar y a abrirse, y merece la pena participar”, declara. PIANO coproduce ahora Follow, un thriller de Amazon Studios protagonizado por Diego Boneta y Martha Higareda. Rodríguez, de Canacine, comenta que este modelo se va a ver con más frecuencia. “Más allá de la plataforma, hay que pensar en la calidad de los guiones y cómo conectar con el público”, comenta. Una de las fortalezas que el director general de PIANO ve en las plataformas es el músculo en sus áreas de marketing y distribución, que tienen el alcance de informar al público sobre una película aun sin tener el primer fotograma, algo impensable para producciones independientes. También que permiten las colaboraciones entre el talento de diversos países, una experiencia que ha priorizado PIANO, además de que cada vez están más abiertas a dar ventanas para estrenar en salas de cine para después sumarlas a sus catálogos. “Ha sido un camino muy fortuito, ha habido muchos errores, que siempre son enseñanzas importantes, pero se ha sostenido y ha crecido de una forma que jamás hubiera imaginado en 2011”, dice. “Hay que estar alertas, no sé qué venga para la industria, pero me emociona porque es un reto y me parece indispensable porque esta es una industria de reinvención”, añade Chavezmontes ]]>