Los autos eléctricos e híbridos, ¿el fin de la era de los lubricantes?
Mientras que la transición hacia vehículos eléctricos representa un desafío para los fabricantes de lubricantes tradicionales, también abre nuevas oportunidades para la innovación.
La industria automotriz está atravesando una transformación radical impulsada por la proliferación de vehículos eléctricos, los cuales operan sin la necesidad de lubricación tradicional para motores de combustión interna. Este cambio no solo afecta las líneas de producción de los fabricantes de automóviles, sino que también plantea nuevos desafíos y oportunidades para los actores en la cadena de suministro, especialmente para los fabricantes de lubricantes. Los vehículos eléctricos, alimentados por motores eléctricos en lugar de motores de combustión, eliminan la necesidad de lubricantes para motores. Esta transición ha llevado a empresas como Raloy, una marca mexicana que produce aproximadamente 13 millones de litros de lubricante mensualmente, a reevaluar su estrategia comercial. ¿Y qué pasa con los híbridos?
Felipe Gutiérrez, director de Mercadotecnia y Negocios Globales de Raloy, destaca que están adaptándose proactivamente a este cambio de paradigma. "Los vehículos eléctricos representan un cambio significativo en nuestra industria", señala Gutiérrez. En la actualidad, alrededor del 30% de su producción se destina a su propia marca, mientras que el 70% restante se dedica a la fabricación de lubricantes para terceros. "Estamos expandiendo nuestra capacidad de producción y fortaleciendo nuestra marca en un mercado que se espera que vea un aumento considerable en la adopción de vehículos eléctricos para el año 2050", añade. Raloy, con una planta en el Estado de México y una trayectoria operativa de cuatro décadas, ha tradicionalmente enfocado su producción en lubricantes para equipo original. Sin embargo, ante la evolución de los esquemas de movilidad, la empresa está diversificando sus productos hacia áreas como anticongelantes, grasas y aceites de transmisión, que siguen siendo esenciales incluso en vehículos eléctricos para componentes como transmisiones y sistemas de frenos. Gutiérrez también destaca el desafío técnico que representan los vehículos híbridos, que combinan motores eléctricos y de combustión interna. "Aunque los vehículos eléctricos no requieren lubricación para motores, los híbridos presentan necesidades específicas que estamos abordando mediante investigación y desarrollo", explica. “BMW es quizás la única marca que tiene una especificación particular, mientras que Toyota y otros utilizan lubricantes similares. Sin embargo, estamos observando una tendencia hacia un análisis más detallado de los requerimientos específicos para los híbridos", añade. Para enfrentar estos desafíos, Raloy está colaborando con la firma internacional Kline para estudiar el impacto futuro de los autos eléctricos en el mercado de lubricantes. Esta iniciativa no solo busca entender las demandas cambiantes del mercado, sino también anticipar y desarrollar productos innovadores que satisfagan las necesidades emergentes de movilidad sostenible. ]]>
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