La letra chiquita de la inteligencia artificial
Ante más inversión, herramientas y popularidad, los reflectores de la IA generativa empiezan a volcarse por un camino más regulado, con nuevas iniciativas en distintas partes del mundo.
ChatGPT, OpenAI, Sam Altman . 2023 fue un año en el que conocimos mejor a los nuevos protagonistas de la industria tecnológica. Incluso, fuimos testigos de una crisis empresarial que vivimos como si maratoneáramos una serie de alguna plataforma de streaming, cuando Altman, en menos de una semana, fue despedido y reintegrado en su puesto como director de OpenAI , la empresa que cofundó. En esta historia se entrecruza, además, la inversión que tiene Microsoft en la compañía, creadora de la ahora popular ChatGPT. El hecho de que todos los reflectores se volcaran en esta historia es una muestra de la importancia que ha cobrado la inteligencia artificial generativa (GenAI ). Microsoft y Google empezaron a tener un impulso más fuerte hacia esta herramienta que no sólo procesa grandes cantidades de información, sino que ejecuta y opera acciones con cierto grado de creatividad. ChatGPT o Midjourney AI fueron parte de una nueva oleada de desarrollo y, con ellas, una era novedosa para la productividad. Una situación que ha devenido en nuevas alianzas y enfoques sobre su uso.
Parte del entusiasmo que tuvieron estas grandes empresas se enfocó en las inversiones. Basta ver la realizada por Microsoft en OpenAI. La compañía liderada por Satya Nadella invirtió, inicialmente, 10,000 millones de dólares, pero ha hecho otro par de compromisos con Altman, que ascienden a 13,000 mdd y llega a representar poco más del 40% de la empresa de IA, sin que Microsoft sea propietaria fraccionaria de la compañía. Y aunque pareciera que la empresa quiere mantener un perfil autónomo de la dueña de ChatGPT, en realidad, esta distancia responde a que ha tenido que atender otros asuntos relacionados con adquisiciones, como la del estudio Activision Blizzard King, que completó en octubre, además de que Nadella ha señalado que el apoyo que tiene hacia Altman es con el fin de desarrollar IA generativa útil para la sociedad, no sólo por un tema comercial. Pese a esta postura, sus reportes trimestrales de 2023 fueron positivos gracias, en parte, al lanzamiento de Copilot, impulsado por ChatGPT-4, y de un renovado interés por su buscador Bing. Y si en 2023 el crecimiento de la GenAI fue la novedad, en 2024 se espera que la regulación del desarrollo de esta tecnología sea una de las pláticas obligadas en distintas partes del mundo. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por su siglas en inglés) o la Autoridad de Mercados y Competencia de Reino Unido (CMA) han vigilado de cerca las operaciones de las Big Tech en los últimos años. Esta atención puede impactar en el crecimiento del uso de estas tecnologías, opina Danielle Ibran, Senior Analyst e investigadora del mercado de IA de la consultora IDC. “Es difícil tener una predicción porque es algo que está cambiando. Pero podemos ver el caso de Europa, que está avanzando en el tema, y también a empresas y gobiernos buscando saber más. Incluso, la salida de la asociación de IA me parece positiva, pues sienta las bases de lo que podrá verse en términos regulatorios”, explica. El hecho de que todos los reflectores se volcaran en esta historia es una muestra de la importancia que ha cobrado la inteligencia artificial generativa (GenAI). Microsoft y Google empezaron a tener un impulso más fuerte hacia esta herramienta que no sólo procesa grandes cantidades de información, sino que ejecuta y opera acciones con cierto grado de creatividad. ChatGPT o Midjourney AI fueron parte de una nueva oleada de desarrollo y, con ellas, una era novedosa para la productividad. Una situación que ha devenido en nuevas alianzas y enfoques sobre su uso. Lee aquí el artículo completo
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