Hacienda busca más impuestos, y en el medio ambiente hay una oportunidad
México debe avanzar hacia la aplicación y regulación de estos gravámenes dada la evolución, por ejemplo, en el uso de energía para la movilidad, como los vehículos que usan pilas de litio.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha aceptado la necesidad de generar más ingresos tras el objetivo de reducir el déficit fiscal, y hay distintas opciones que puede estudiar para llevar a cabo , entre estas destacan los gravámenes por acciones que dañan el medio ambiente , también la transformación del cobro de la tenencia en un impuesto verde , y que se haga un ajuste a los tramos y las tasas de ISR sobre los estratos económicos más altos . El martes pasado, Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda expresó que en el gobierno federal hay conciencia sobre la necesidad de una reforma fiscal , y será la presidenta Claudia Sheinbaum quien anuncie la propuesta. Independiente a si se propone o no una reforma de gran calado para el siguiente año en el proyecto del Paquete Económico que se entregará el próximo 15 de noviembre, especialistas en materia de finanzas públicas e impuestos consideran que México debe avanzar hacia la aplicación y regulación de ‘impuestos verdes’ dada la evolución, por ejemplo, en el uso de energía para la movilidad, como los vehículos eléctricos que usan pilas de litio.
Los autos híbridos y eléctricos en México no pagan algún impuesto por daño al medio ambiente, “pero se tiene que cobrar, siguen contaminando, los híbridos contaminan la mitad, y los eléctricos van a contaminar, tal vez no en este momento son emisiones, pero van a contaminar con las pilas; entonces, eso tiene que entrar como externalidad y se tiene que crear el mercado de impuestos”, consideró Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). El cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra a las gasolinas y diésel es uno de los gravámenes que vienen en este sentido, pues buscan desincentivar el consumo del automóvil; no obstante, cuando se otorgan subsidios a estas cuotas, se pierden ingresos y terminan beneficiando a quienes más consumen estos combustibles fósiles, como sucedió en 2022. Pero este año, los subsidios han sido menores, gracias a la baja en los precios del petróleo a nivel internacional, para el siguiente año se prevé que los precios sigan por el mismo nivel, y considerando la falta de ingresos petroleros, el cobro del IEPS ayudará a la recaudación de Hacienda, explicó Luis Miguel Labardini, especialista en tema energético y socio de la consultora Marcos y Asociados. Las gasolinas y el diésel cobran tres tipos de IEPS, el federal, el estatal y por carbono, haciendo una aportación de 7%, en su conjunto, respecto a los ingresos totales del sector público, especialmente el federal que es la cuota más alta, cuyo cobro generó más de 254,000 millones de pesos de enero a septiembre de 2024, refieren cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). La Alianza x la Justicia Fiscal propone transformar la tenencia en un impuesto verde sobre la propiedad de automóviles. “Proponemos una Ley Federal de Tenencia que permita al gobierno federal recaudar este impuesto en los estados que no lo cobran. Además, las emisiones contaminantes se deben incluir en el cálculo del impuesto para los automóviles de valor alto”, refiere el documento Hacia una reforma fiscal progresiva: 12 propuestas para proteger los derechos humanos, reducir las desigualdades y lograr un desarrollo sostenible. Más ISR a las personas con más ingresos
El cobro de tenencia y predial, en su conjunto, apenas representa el 0.3% del PIB mexicano, refieren datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). El CIEP estima que, de 2008 a 2021, el parque vehicular creció 81.3% en el país, mientras que la tenencia vehicular disminuyó 44%. El gravamen, que surgió en 1962 para contribuir temporalmente a la celebración de los Juegos Olímpicos en 1968 y que ahora es más un refrendo vehicular, debería evolucionar a un impuesto verde, es decir, que el Estado utilice la política fiscal para reducir los efectos por emisiones CO2, utilizar los recursos para resarcir daños al medioambiente y contribuir a un transporte público no contaminante, refiere este centro de investigación. También está la posibilidad de explorar un impuesto especial a los jets privados y yates, ya que México es el segundo país con más aeronaves, de este tipo, privadas en el mundo. Los ingresos recaudados por medio de este impuesto también pueden etiquetarse para resarcir daños al medio ambiente, considera la Alianza x la Justicia Fiscal. Por la premura y el tiempo para aprobar el paquete económico 2025, se observa poco probable que pueda aplicar estos cambios para el siguiente año, no obstante “sería favorable, dibujarlo, proponerlos, consultarlos, que haya un consenso entre todos los actores involucrados, y que se incluya el tema en un parlamento abierto, todavía tenemos algunos elementos para ampliar la recaudación; continúa el tema petrolero, el uso de nuevas tecnologías, los bancos gigantes de litio que tenemos”, comentó Rolando Silva, vicepresidente de Fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP). Entre los rubros que contenga una reforma fiscal, también está la propuesta de modificar los tramos y las tasas de ISR sobre los estratos económicos más altos, además de limitar sus deducciones.
En 2014, previo a la aplicación de la reforma fiscal de Enrique Peña Nieto, las personas físicas con ingresos mayores a los 500 millones de pesos al año, aportaron el 25% de todo lo que pagaban estos contribuyentes; al cierre de 2023 contribuyeron con el 3.9% En México, el ISR personal se paga en función de una tarifa progresiva por nivel de ingresos. Hay 11 tasas que van de 1.9% y hasta 35%, no obstante, para tributar la tasa máxima, el ingreso debe ser mayor 28.7 veces al salario medio del país, mientras que el promedio de la OCDE es de 5.4 veces, explica un análisis de la Alianza por la Justicia Fiscal. La Alianza por la Justicia Fiscal propone aumentar la tasa marginal máxima del país a valores cercanos al promedio de la OCDE, además de reducir el umbral de ingresos mínimos para tributar a la tasa de 35%; es decir, que las personas con ingresos por 2.2 millones de pesos anuales tributen en este nivel máximo, y no a partir de los 4.5 millones, como sucede en la actualidad. En tanto, “ha habido cada vez más discusiones en torno a cómo garantizar que la tributación sea más progresiva, la tributación a nivel mundial, entonces, por ejemplo, hubo una propuesta de Brasil desde la presidencia del G20 para un estándar mínimo de los más ricos, en el sentido de asegurarnos que cuando menos el 2% de su riqueza anual, ya que ahora pagan entre cero y 0.5% anual, porque su riqueza proviene de fuentes que no están gravadas”, explicó Diego Merla López, coordinador de Justicia Fiscal en Oxfam. “Hay discusiones que nos llevan hacia otro lado, los consensos ya están enfocados para ver cómo le hacemos para garantizar que todos paguen de manera justa y darle la vuelta al hecho de competir por menos tasas o más exenciones fiscales”, agregó Merla. ]]>
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