Es cuestión de tiempo para que las empresas mexicanas reporten riesgo climático
Antes de la pandemia, la CNBV puso sobre la mesa el que las empresas públicas incluyeran información relacionada con el riesgo climático en sus reportes financieros.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar , reza un popular refrán que aplica al caso de la inclusión del riesgo climático en los reportes financieros de las empresas mexicanas . A principios de marzo, el regulador financiero de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) dio a conocer que las empresas listadas en la Bolsa de Valores ahora están obligadas a incluir el riesgo climático al que están expuestas en sus estados financieros. México Costo y tiempo
En México, antes de la pandemia (2019), el regulador bancario puso sobre la mesa una iniciativa para incluir los riesgos climáticos en los reportes de las empresas; sin embargo, “se puso pausa porque las empresas no estaban listas. Creemos que es cuestión de tiempo para que en México, la CNBV y los reguladores midan este tipo de detalles en los reportes de las empresas”, dijo a Expansión Alejandro H. Garza Salazar, fundador y director de inversiones de Aztlan Equity Management. La regulación mexicana sobre este tema es “muy limitada”, señaló Pablo Jiménez Zorrilla, socio de la firma de abogados Von Wobeser y Sierra. Jiménez Zorrilla detalló que, actualmente, las empresas públicas están obligadas a incluir información relacionada con una descripción de los riesgos o efectos que el cambio climático pueda tener sobre el negocio de la emisora, indicar el impacto relevante, actual o potencial, que cualquier ley o disposición gubernamental relacionada con el cambio climático pueda tener. También deben informar sobre los impactos relevantes, actuales o potenciales que el cambio climático pueda tener en el negocio de la emisora, lo cual podría incluir impactos directos en las operaciones e impactos indirectos a través de la cadena de valor. Adicionalmente, hay elementos como la Guía de Sostenibilidad de la Bolsa Mexicana de Valores -de adopción voluntaria- o la Herramienta de Autodiagnóstico ASG y Riesgos Relacionados con el clima, iniciativa de la CNBV y el Global Green Growth Institute (GGGI). Aunque en la actualidad no hay un marco regulatorio que obligue a las empresa públicas a reportar el riesgo climático en sus informes, hay empresas mexicanas que, por ser filiales de transnacionales o por formar parte de ciertas cadenas de suministro, ya cuentan con este tipo de reportes. Además, México siempre pasa de no tener nada a tener sistemas muy robustos, refirió Gilberto Lozano Meade, socio director de la consultora de gestión global Roland Berger México. Si en México se llega a aprobar un marco regulatorio como el que recientemente se aprobó en Estados Unidos, o el que tiene años operando en la Unión Europea en materia de reportar los riesgos climáticos, se tendrían que desarrollar capacidades para monitorear y reportar emisiones de gases de efecto invernadero, evaluar los riesgos climáticos en sus operaciones y finanzas, y desarrollar estrategias de mitigación y adaptación. Estos cambios representarían “inversiones significativas” en sistemas de gestión ambiental, explicó Jiménez Zorrilla. ¿Cómo incluir el riesgo climático?
En ese sentido, el gasto no dependerá tanto del tamaño de la empresa, sino del sector al que pertenezca, agregó Lozano Meade. No todos los sectores ni todas las empresas tienen los mismos requerimientos energéticos, de recursos naturales, ni tienen el mismo impacto en el ambiente. De ahí que las necesidades dependerán más del sector al que pertenezcan que a su tamaño De acuerdo con una encuesta hecha por Roland Berger México a 100 empresas sobre planes ESG, el 25% de las empresas tienen algo, algún plan o tienen algún statement. De esas 25 empresas, 83% tienen algún tipo de meta cualitativa o cuantificable, el 8% tiene metas más cualitativas y el 9% no tiene un plan definido. Asimismo, un 75% mostró que tenían un mapa de ruta más específico de implementación de sus iniciativas y solo 33% de las empresas reportan los KPIs de cómo van avanzando. Adoptar nuevos procesos de medición y reporte sobre riesgos climáticos y emisiones podría requerir capacitación y personal calificado, así como recopilar, analizar y reportar información precisa y confiable sobre riesgos climáticos. Requiere sistemas de gestión de información robustos, “lo que puede ser un reto particularmente relevante para las empresas más pequeñas o con recursos limitados”, alertó Jiménez Zorrilla. Garza Salazar, quien también es socio de la firma Eztellum, dedicada a asesorar a firmas públicas y privadas en temas de cumplimento de temas ESG, señaló que hay una serie de mediciones que se pueden aplicar para cumplir con este tipo de regulaciones. "Hemos desarrollado una metodología que incluye más de 300 variables en cada uno de los tres ámbitos (ambiental, social y de gobernanza)”, explicó Garza Salazar, y señaló que el tiempo que le toma a una empresa incluir los riesgos climáticos en sus reportes va de 12 a 24 meses, según la experiencia que han tenido en Eztellum. “Quienes cumplan van a tener ventajas competitivas, a nivel consumidor, así como en la adquisición del dinero, tasas y las herramientas financieras a las que puedan acceder. Todo se está alineando para que esto, de alguna manera, funcione mejor”, aseguró Lozano Meade. “Estas prácticas también pueden mejorar la reputación corporativa, facilitar la anticipación y adaptación a futuras regulaciones, y contribuir positivamente al desarrollo sostenible, situando a las empresas en una posición favorable ante tendencias globales y expectativas de los grupos de interés ( stakeholders )”, agregó Jiménez Zorrilla. No se puede pasar por alto el hecho de que, “aumentar la divulgación de información sobre riesgos climáticos expondrá a las empresas a un mayor escrutinio y, potencialmente, a investigaciones regulatorias y litigios, especialmente si la información proporcionada es inexacta o engañosa”, comentó, el socio de Von Wobeser y Sierra. ]]>
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