El Corredor Interoceánico ante el riesgo de ser un ‘elefante blanco’
La falta de promoción, la inestabilidad en la demanda y la insuficiencia de la infraestructura portuaria son factores que podrían llevar al proyecto a un estancamiento.
El Corredor Interoceánico , una de las apuestas más ambiciosas de la administración de Andrés Manuel López Obrador, fue diseñado para fomentar la conectividad entre los océanos Atlántico y Pacífico y dinamizar el desarrollo económico en el Istmo de Tehuantepec. Sin embargo, tras más de diez meses de su inauguración, el proyecto enfrenta serios desafíos logísticos y una falta de promoción adecuada, lo que podría llevarlo a convertirse en un 'elefante blanco'. Según datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, el servicio de transporte de pasajeros ha experimentado volatilidad. En mayo, 4,224 personas utilizaron el servicio, pero esa cifra cayó a 3,406 en junio y luego aumentó a 6,705 en julio. Esta inestabilidad indica que la demanda no se ha consolidado, posiblemente debido a retos logísticos en el sistema. Además, la falta de información específica sobre el volumen de carga movilizada limita la evaluación de su efectividad logística. ¿Un elefante blanco?
La operación del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, una de las piezas clave del corredor, se ha visto interrumpida desde el 21 de octubre a causa de fuertes lluvias relacionadas con la depresión tropical Nadine. La reanudación del servicio, según sus comunicados oficiales, será hasta nuevo aviso, lo cual resalta la vulnerabilidad de esta infraestructura ante condiciones climáticas adversas. La visión federal en torno al Corredor Interoceánico es ambiciosa, pues contempla 12 polos de desarrollo industrial para impulsar el crecimiento económico en la región. Altagracia Gómez, presidenta de Grupo Empresarial PEO y asesora clave en la administración actual de Claudia Sheinbaum, destacó que estos polos buscan contribuir a la competitividad de la región a través de una planificación ordenada en temas de infraestructura y servicios. “Los corredores tienen que ver con la competitividad logística como puertos, aeropuertos, ferrocarril de carga, pero también temas de educación superior, media superior, tecnológicos, hospitales, transporte público, todo lo que hace a un estado o región competitiva”, comentó Gómez durante el Expansión Summit 2024. El Consejo Coordinador Empresarial estima que el proyecto podría generar una derrama económica anual superior a los 3,650 millones de dólares en los 79 municipios que atraviesa, lo cual sería un avance significativo para la región. Sin embargo, a la fecha, el proyecto aún no ha alcanzado la escala esperada. Desde finales de 2023, cuando se otorgaron los primeros contratos para desarrollar cinco polos de bienestar a empresas como Mota Engil México, Urcedic y Proistmo, la información oficial sobre el progreso de estos proyectos ha sido limitada. Especialistas consultados cuestionan la prioridad dada al Tren Maya sobre el Corredor Interoceánico, argumentando que, por su potencial logístico, este último debió recibir un impulso mayor en etapas previas. Ahora, para que el corredor se convierta en un verdadero imán para las empresas interesadas en aprovechar sus capacidades logísticas y desencadenar el potencial productivo del proyecto, se requieren avances significativos. Rogelio González Achirica, presidente del Consejo de One Stop Group y colaborador de la Autoridad Federal para Zonas Económicas Especiales, enfatizó en entrevista con Expansión la necesidad de una promoción activa del proyecto por parte del gobierno para atraer la inversión privada y así fortalecer el sector de carga. “Necesitamos inversión, que haya la confianza, pero sobre todo que las autoridades hagan la promoción porque si no esto no va a funcionar y ahí va a ser un elefante blanco”, señaló González Achirica. Además de una labor de promoción efectiva, González sugiere que la creación de recintos fiscalizados estratégicos podría incrementar el atractivo del Corredor Interoceánico. Esto permitiría simplificar los procedimientos administrativos y acelerar los procesos de importación. Es crucial que el ferrocarril atraviese las zonas designadas como polos de desarrollo, ya que, según el especialista, en los cuatro polos más cercanos a Coatzacoalcos que ha visitado, esta conexión no se ha establecido adecuadamente. “Es fundamental implementar recintos fiscalizados estratégicos en los polos de desarrollo. El ferrocarril debe atravesar estas áreas, pero en los cuatro que observé, no pasa por dentro. El ferrocarril es el primer protagonista de este corredor, y es necesario que los polos de desarrollo industrial o de servicios tengan acceso directo a la vía ferroviaria”, afirma González Achirica. Además, la infraestructura portuaria del Corredor Interoceánico aún resulta insuficiente para cumplir con las expectativas de crecimiento. Desde el Gobierno Federal se prevé que, en un futuro cercano, ambas terminales marítimas sean capaces de recibir buques Post-Panamax, los cuales pueden transportar entre 10,000 y 15,000 contenedores. “No basta con poner en marcha el tren y realizar el mantenimiento de las vías. Es necesario aumentar la capacidad de los puertos para recibir barcos más grandes y mover un mayor volumen de contenedores. También se deben adaptar las entradas y salidas de localidades como Salina Cruz y Coatzacoalcos, donde los puertos están integrados en el entorno urbano, lo que complica la operación con grandes volúmenes”, explica Benjamín Alemán Castilla, profesor del IPADE y socio fundador de Alttrac. ]]>
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