Barilla apuesta por duplicar el consumo de pasta en México
La marca identifica una oportunidad de crecimiento en el mercado a través de la diversidad de tipos de pasta, colaborando además con competidores como La Moderna para impulsar el consumo.
Barilla, junto con Yemina, está decidida a cambiar la percepción de que este alimento no es saludable, un reto que enfrenta la marca para alcanzar sus ambiciosas metas de crecimiento. Actualmente, el consumo de pasta en los hogares mexicanos es bajo en comparación con otros carbohidratos. Según Charlotte Oudin, directora de ambas marcas en el país, cada mexicano consume en promedio solo tres kilos de pasta al año, frente a los 12 kilos que se consume en arroz, 20 kilos en papas y 80 kilos en tortillas. La meta de las marcas es clara: duplicar este consumo anual de tres a seis kilos por persona, una cifra que representaría un avance significativo hacia los niveles de consumo observados en otros países de América Latina. Para lograrlo, es necesario romper el mito persistente de que la pasta "engorda" y no es nutritiva, una creencia que ha limitado su consumo en muchos hogares mexicanos. "La pasta es muy poco consumida (en México) y hay un conocimiento muy reducido de recetas, que se suma a la falsa percepción de que no es un alimento sano", explicó Oudin en una entrevista con Expansión . Estrategias diferenciadas para conquistar el mercado Un mercado con potencial de crecimiento
Barilla y Yemina han enfocado sus esfuerzos en educar al consumidor sobre los beneficios nutricionales de la pasta, un alimento que aporta carbohidratos, fibra, proteínas y vitaminas. Además de ser una fuente de energía recomendada para los corredores, la pasta puede formar parte de una dieta balanceada. Las marcas están promoviendo recetas saludables para incentivar su consumo, destacando su versatilidad en la cocina más allá del espagueti, el codito o la sopa aguada. El objetivo es hacer que la pasta se convierta en un elemento principal en las comidas mexicanas, compitiendo directamente con otros carbohidratos más populares. La directiva señaló que, aunque el espagueti sigue siendo la opción más consumida, con un 30% de participación en el mercado, la meta es incrementar esta cifra a un 70%, incluyendo otros tipos de pasta como el fusilli, el penne y la lasaña, que actualmente representa solo el 2% del consumo total. Cada marca ha adoptado una estrategia acorde a su mercado objetivo. Yemina, con una fuerte presencia en el norte del país, se dirige a consumidores que buscan opciones más naturales, resaltando la energía natural que proporciona la pasta y destacando su compromiso con la agricultura regenerativa en el cultivo del trigo utilizado para su elaboración. “Esto ayuda a valorar esta categoría desde la percepción de beneficio para la salud y también con impacto positivo en el campo”, comentó Oudin. Por su parte, Barilla, reconocida por sus pastas italianas, busca captar la atención de los consumidores gourmet con una oferta más amplia de cortes y recetas que van más allá de las guarniciones. La marca ha enfatizado que sus productos son lo suficientemente resistentes para soportar errores de cocción y están diseñados para ser protagonistas de platos principales. Además, la empresa ha aprovechado las redes sociales para compartir recetas italianas tradicionales, animando a los consumidores a probar nuevas preparaciones y a consumir pasta en diferentes ocasiones, como la cena, donde ha aumentado su presencia en los últimos tres años, alcanzando el 10% del consumo frente a opciones como tacos o pizza. Según datos de Statista, el mercado de las pastas en México cerrará el año con ingresos estimados en 120.60 millones de dólares, y se espera que registre una tasa de crecimiento anual (CAGR) del 15.6% entre 2023 y 2029, alcanzando los 249 millones de dólares al final de este periodo. Este escenario optimista es un indicio del potencial de crecimiento para las marcas de pasta. Oudin, quien también preside la Cámara de la Pasta y las Galletas, subraya la importancia del trabajo conjunto en la industria para lograr este objetivo. La Moderna, uno de los principales competidores en el mercado local, también forma parte de la estrategia conjunta para impulsar la categoría. Aunque en los últimos años han circulado rumores sobre la supuesta quiebra de La Moderna debido a la competencia de Barilla, Charlotte Oudin aclaró que esta información es falsa y que, en realidad, la colaboración entre marcas es clave para alcanzar las metas de crecimiento. "Nuestro objetivo no es canibalizar a otras marcas de pasta. Todas debemos orientar nuestros esfuerzos hacia el crecimiento del consumo. Las respetamos todas y la meta es duplicar el consumo de esta categoría. Aún estamos lejos del arroz y otros carbohidratos", concluyó. ]]>
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