AMLO quiere llevar el nearshoring al sur con prohibiciones sobre el agua
La "medida coercitiva" de negar nuevas concesiones en zonas con escasez de agua no tendrá los efectos deseados, sino que implica riesgos para el agro y la industria, señala experto del IMCO.
¿La sed del norte es la oportunidad industrial del sur? El presidente A ndrés Manuel López Obrador quiere reformar el artículo 27 de la Constitución para prohibir nuevas concesiones de agua para uso industrial en zonas con escasez hídrica. La intención, según un especialista del IMCO, forma parte del proyecto obradorista para llevarse las inversiones del norte al sur de México, ¿pero basta con agua y un Tren Maya para llevar a las empresas a las regiones selváticas del país? Con el 70% del agua, pero con falta de infraestructura La promesa del desarrollo La ambigüedad y los riesgos de la reforma ¿La reforma será un bache para el nearshoring?
El pasado 5 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó una iniciativa de reforma que busca prohibir el otorgamiento de nuevas concesiones de agua para uso industrial, agrícola o comercial en zonas que ya sufren de escasez hídrica. "Al final, la motivación (de la reforma), hasta cierto punto explícita del gobierno, no es otra más que atraer inversión al sureste. Pero al momento de invertir, el agua no es el único factor. Necesitas logística, infraestructura, energía, capital humano", algo que no tiene el sureste, señala Oscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Y es verdad, el 67% del agua renovable total de México se encuentra en las cuatro regiones hidrológicas del sureste: Pacífico Sur, Golfo Centro, Frontera Sur y Península de Yucatán, según datos de la la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pero no es suficiente. Para el investigador, la abundancia de agua en el sureste mexicano no puede asegurar la llegada de nuevas inversiones a esta región durante la ola del nearshoring. "Hacer esta medida coercitiva para llevar las inversiones allá difícilmente te va a conducir a que estos 12 parques industriales que se están desarrollando en la región del Istmo de Tehuantepec sean exitosos". Esto a pesar de que, recientemente, otro experto señaló que el Corredor Transístmico tiene el potencial de mover el 1% del PIB Mundial, al plantearse como alternativa logística al Canal de Panamá. "La redacción es tan ambigua que representa riesgos", señala el experto, debido a que la propuesta de prohibir nuevas concesiones de agua no aclara, por ejemplo, qué parámetros se usarán para definir que una zona tiene "baja disponibilidad" de agua. Es algo que se deberá aclarar en la legislación secundaria, en caso de que se apruebe la reforma. Pero el mayor riesgo podría ser para el sector agropecuario. "El Valle del Yaqui en Sonora es una potencia en granos en el norte, pero tiene baja disponibilidad de agua, ¿si una concesión caduca, ya no les van a dar una nueva concesión?", cuestiona Ocampo. A pesar de que hay pocas probabilidades de que pase la reforma. Ésta podría convertirse en un bache de incertidumbre en el próximo sexenio. Se espera que la construcción de nuevas naves y parques industriales tome un auge, pero con el riesgo de la escasez de agua. Si se prohíben nuevas concesiones, sí podría generarse un riesgo en el mediano plazo. "En caso de aprobarse tendría un impcato, porque tienes polos industriales exitosísimos como Querétaro y Guanajuato que tienen una disponibilidad relativamente baja de agua", advierte Oscar Ocampo. Y, además, apunta que para la mayoría de las manufacturas se trabaja con agua tratada. ¿Qué reforma debería realizarse? Delimitar los acuíferos de mucho mejor forma, para que no respondan solo a la división política del país, generando conflictos municipales en la gestión del agua. Apostar a reducir el consumo, en 10 puntos porcentuales, del sector agropecuario. Pues es el que más consume y debería haber una estrategia de tecnificación para eficientar los procesos. Diseñar algún esquema de cobro para el sector agropecuario. Para incentivar el uso racional del agua. Dar recursos suficientes a la Comisión Nacional del Agua, para llevar a cabo las visitas de inspección. Reformar la legislación en el sector agropecuario. Actualmente, si consumen menos agua de la que tienes autorizado, te multan. Y eso es un incentivo perverso contra la eficiencia. Invertir a la infraestructura existente: tuberías, alcantarillado y tratamiento de aguas. Porque los resultados de cualquier nueva obra, se te va a ir en fugas. La marcha hacia el sur de López Obrador
El IMCO, sin embargo, reconoce que sí hay un problema de escasez de agua que resolver. Pero la reforma y políticas del gobierno deberían ir en otro sentido: El gobierno federal actual ha realizado diversas acciones para privilegiar las inversiones en el sur, en lugar del norte. En 2018, propuso una consulta pública para detener la construcción de una planta de producción de cerveza de la empresa Constellation Brands en Mexicali, ante la oposición de los habitantes y el argumento de la escasez de agua en la región. Al final, ganó el no y la empresa negoció para, finalmente, instalarse en Veracruz, un estado del sur con abundancia de recursos hídricos. Hizo intentos para que Tesla iniciara la construcción de su gigafábrica en el sur o en el centro de México, en lugar de en Nuevo León. Además, reactivó el Corredor Transístmico, con la reahabilitación de las vías férreas y la renovación de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, además del desarrollo de polos industriales. Esto, junto con obras como la del Tren Maya, abonó a que en 2023, los estados del sur crecieran a tasas más altas que los del norte . Aún está por verse si se consolida la marcha hacia el sur del presidente López Obrador. ]]>
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